En realidad alguien escucha...

El mismo camino, los mismos pasos, prácticamente la misma hora, era parte de su rutina diaria. Recorría aquel estrecho que separaba su lugar de trabajo del sitio donde abordaba su autobús apenas dándose cuenta de lo que lo rodeaba, de las personas o objetos, creía conocerlo tan bien que no valía la pena prestarle atención de nuevo.

Sin embargo, esta noche era diferente, no porque no se sintiera el frio tan característico de aquella extraña ciudad o porque la luna llena alumbrara más de lo común, era algo que sucedía dentro de él. Le llegaba la necesidad de sacar aquello que lo estaba molestando, quería gritarlo pero no era tan valiente, prefirió mejor solo recitar sus pensamientos en voz alta. Muchas personas mirarían de manera extraña que hablara solo, pero para eso si estaba preparado, aunque en realidad no le importaba.

Comenzó a recitar como si hablara con alguien más, tal vez por fe o quizá solo era tanta su desesperación que prefirió pensar que no estaba solo.

-¿Has sentido que la extrañas tanto que tienes miedo de que ya la perdiste?

-¿Has visto como se va la magia para no volverse a presentar?

-¿Has notado como aquella chispa ya no existe más?

-¿Has pensado que es tu culpa, pero no sabes de porque en realidad?

-¿Conoces la sensación de soledad, aun rodeado de multitudes?

-¡Yo sí!, Me doy cuenta que no la tengo a mi lado, que la estoy perdiendo, pero al mismo tiempo me pregunto: ¿alguna vez estuvo realmente tan cerca como decir que la tuve?. Hoy he visto como mis ilusiones se desvanecieron frente a mí, comprendí que algunas promesas nunca se cumplieran, me encuentro hablando solo.

Después de eso, guardo silencio un momento, lo más probable es que analizaba lo que acababa de decir, sabía que todo había salido desde lo que muchos llaman subconsciente. Comenzaba a sentirse mejor.

-Conozco este camino, se por donde pisar, en donde no debo pasar. ¿Sera diferente con compañía?

Sabia la respuesta…